Por Santiago Martorelli
La medida tomada por la presidenta acerca de la moratoria y el blanqueo de la economía no fue una medida aislada, sino que forma parte de un plan que tiene como objetivo central defender y fortalecer los avances que ha tenido la economía de nuestro país en estos años, en un momento en el que la crisis financiera internacional (que es producto de tantos años de neoliberalismo y de concentración de la riqueza) se ha derrumbado.
La economía Argentina optó claramente por otro camino y la defensa de los avances obtenidos tiene que ser objetivo de las principales acciones de gobierno. En ese marco, es que la presidenta planteó un plan que se fue desplegando con el transcurso de los días y que tiene que ver con la consolidación del desarrollo económico, que genera avances y sostiene el crecimiento, pero que además defiende el salario de los trabajadores y el mercado interno, dos piezas fundamentales en el marco de las políticas que viene desarrollando el gobierno.
Respecto de esto, una de las medidas más claras tiene que ver con la estatización de las AFJP, que se trata de una transferencia directa de recursos del capital financiero internacional hacia los trabajadores. Porque es el estado quien defiende y protege los ahorros de los trabajadores.
Por otro lado, se han anunciado medidas que no significan el blanqueo de capitales como hemos escuchado, sino que tiene que ver con el blanqueo de la economía, que son cosas muy distintas. Todos sabemos que en la Argentina durante muchos años se construyó un circuito de tráfico de capitales sobre los que el estado no solo no reconocía sus orígenes, sino que no percibía los impuestos de esa acumulación y concentración de riquezas y no podía regular buena parte del mercado. Esta medida es tendiente a que el Estado tenga capacidad y pueda intervenir sobre ese mercado que hoy funciona a la sombra y que somete a los trabajadores a las peores prácticas. Porque también es cierto que la economía en negro alienta a que haya trabajadores también en negro; y si nosotros no logramos resolver esta situación, tenemos buena parte de los trabajadores de este país expuestos a los vaivenes de ese mercado y a la voluntad de aquellos que tiene más recursos.
En este sentido, los únicos que se benefician por la continuidad de una economía en negro son los más poderosos.
El blanqueamiento de la economía está apuntado a fortalecer este proyecto de país que tiene como eje central a los trabajadores, al empresariado nacional y a los sectores medios. Y esto no lo debemos perder de vista, porque este proyecto no son solo las últimas medidas que se anunciaron ayer, sino que tiene una historia y sabemos cuales son los principales objetivos.
Tenemos que reconocer que este es un planteo del gobierno nacional, en principio por mantener la economía en marcha. En segundo lugar, por sostener el crecimiento (que es un elemento central para darle continuidad al empleo). En tercer lugar, el blanqueo de la economía significa que el estado tenga capacidad para regular áreas que están a la sombra y sobre los que se hacía muy difícil intervenir. Y por último, la actitud que este gobierno frente a esta crisis financiera internacional de autonomía y soberanía, hace que tengamos que expandir la liquides del mercado a partir de la repatriación de muchos dólares que están en el exterior y que tiene que volver al país para consolidar una economía que está en desarrollo y en pleno crecimiento.
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